El sector automotriz evoluciona rápidamente hacia la aparición de una nueva generación de vehículos. Se trata de los coches autónomos. Desde hace años, varias empresas han estado desarrollando modelos propios. Actualmente, es posible ver a varios prototipos circulando por distintas ciudades alrededor del mundo.
Coche autónomo, ¿qué es?
Esta clase de vehículos tiene la capacidad de controlarse por sí mismos, sin la intervención de un conductor humano. Poseen tecnologías que les permiten reconocer su entorno y dirigirse al destino fijado por el usuario.
La preocupación por tener una experiencia de manejo más agradable, segura y amigable con el ambiente se ha hecho más evidente desde la década de los noventa del siglo pasado. Fue en esos años cuando surgieron los sistemas de inyección electrónica de combustible para motores y los catalizadores de tres vías que regulan los gases nocivos despedidos por los vehículos. También se comenzaron a instalar bolsas de aire para proteger a los pasajeros en caso de choque.
Los vehículos híbridos llegaron al mercado en la primera década del siglo XXI. La combinación de un motor de combustión con un motor eléctrico logró reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. En este período, también nacieron los vehículos que se estacionan por sí solos.
Durante la década que comenzó en 2010, los primeros coches eléctricos vieron la luz. Su principal virtud es que no emiten contaminantes hacia el ambiente. Para satisfacer la demanda de los conductores de esta clase de unidades, se han instalado puntos de carga eléctrica en varias urbes del territorio nacional.
Para la próxima década, los automóviles de hidrógeno serán una realidad. Recargar un modelo como este implicará un menor gasto de combustible y un porcentaje cero de emisiones nocivas.
La proyección para los años treinta de este siglo es que los vehículos sean completamente autónomos, capaces de recoger pasajeros en cualquier lugar y de recargarse por sí mismos. Y todo apunta a que los automóviles voladores estarán en circulación para 2040 o en una fecha cercana a ese año. Como el espacio aéreo estará plenamente regulado, la seguridad de conducción se acercará al 100%.
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¿Como funciona un coche autónomo?
En la conducción de esta clase de unidades participan distintos elementos. Uno de los más importantes es el ordenador. Le confiere al vehículo la capacidad de respetar las normas de tráfico, respondiendo correctamente a las señalizaciones, cediendo el paso cuando es necesario y aprendiendo de cada recorrido. Asimismo, posee los mapas de las calles y ubicaciones registradas de cada urbe y se encarga de controlar la velocidad y los giros.
Otra pieza clave es el lidar, un dispositivo que emite un haz láser para detectar peatones, árboles, lámparas, vehículos y demás objetos del entorno, así como medir la distancia que los separa de la unidad. Gracias a esta tecnología, se pueden detectar posibles obstáculos a metros de distancia y actuar en consecuencia.
El coche autónomo dispone, además, de un sistema GPS que indica con gran precisión la ubicación del mismo y hacia dónde se desplaza. Por su parte, la unidad de medición inercial determina la velocidad de aceleración y de rotación. Y una serie de radares auxilian al lidar en la detección de objetos y en el cálculo de distancias, además de identificar las líneas de la carretera, las señales de tráfico y los semáforos.
La generalización de los coches autónomos promete hacer mucho más eficiente el flujo del tráfico en muchas ciudades y reducir drásticamente los accidentes automovilísticos y las emisiones de gases contaminantes. Además, promete cambiar los hábitos de los pasajeros y propiciar el surgimiento de nuevas oportunidades de empleo. Queda claro que la industria automotriz tiene muchos capítulos que escribir.