¿Cómo serán los autos del futuro? El coche que circulará en un futuro inmediato ya está entre nosotros, no al completo, sino con sus características repartidas en pequeñas dosis, como complementos apenas desarrollados, en infinidad de modelos.
El coche del futuro ofrecerá muchas de esas innovaciones de serie y las marcas propondrán modelos especializados que serán parte de una producción de automóviles basada en la personalización.
¿Cómo serán los autos del futuro? A grandes rasgos, el coche del futuro, el coche que circulará en una década, ofrecerá soluciones de movilidad basadas en cuatro variables: el uso de la energía eléctrica como medio de propulsión, la autonomía de funcionamiento, la conexión total en redes y nuevas fórmulas de construcción para arquitecturas de la automoción revolucionarias.
La evolución de los autos
Los autos nacieron de las necesidades de crear mejores condiciones de movilidad a finales del siglo XIX. Se buscaba una movilidad y una autonomía personales que no podía proporcionar el sistema ferroviario, que permanecía atado a las vías y a horarios establecidos. En un primer momento, los vehículos no eran más que adaptaciones de los viejos autos de caballos de madera a la propulsión de los motores.
Precisamente el desarrollo de motores más potentes durante la Primera Guerra Mundial y la incorporación de métodos masivos de producción en cadena y las mejoras técnicas en cada uno de los componentes de los vehículos, no solo abarató el precio de los autos, sino que los puso al alcance de las clases medias y obreras.
La Segunda Guerra Mundial aceleró el proceso de innovaciones técnicas introducidas en los autos, innovaciones que han servido a las marcas de automoción para diferenciar sus productos. Sin embargo, las últimas innovaciones surgidas al inicio del siglo XXI plantean cambiar todos y cada uno de los conceptos que han definido a los carros en el último siglo.
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Características de los autos del futuro
La electricidad será la única fórmula válida para la motorización de los vehículos del futuro. Bien porque las condiciones medioambientales y las legislaciones relacionadas acabarán por sellar el destino de los motores de combustión interna, bien porque se superarán los problemas que ahora mismo tienen los motores eléctricos, los de la autonomía limitada y la potencia. Sobre ambas cuestiones se trabaja ahora mismo con diferentes soluciones. Con ello desaparecerán, por supuesto, los motores híbridos que se verán en el futuro como lo que fueron, parte de una transición inevitable.
El auto autónomo del futuro, el coche que se conduce sin la atención y el control humanos, será una realidad en breve. Se ha avanzado mucho en la asistencia al conductor para realizar tareas incómodas como estacionar. Sin embargo, el gran salto adelante de la automoción será sustituir los ojos humanos por cámaras y las tomas de decisiones por sensores y sistemas de láser 3D que permitirán la conducción autónoma y tomas de decisiones seguras del propio automóvil bajo cualquier condición.
El coche hiperconectado ofrecerá información al conductor en tiempo real sobre el estado de las carreteras, de las rutas y de los servicios en ellas. Pero hará algo mejor, conectará al vehículo en movimiento con infraestructuras y con otros auto creando un orden de circulación previsible y modulable, de forma que las congestiones de las carreteras pasarán a ser historia.
Estos vehículos están ahora mismo, eso sí, en fase de diseño. Las marcas están definiendo cómo será el hardware y el software con el que saldrán los vehículos a la calle en la próxima década. Así, los vehículos se fabricarán mediante materiales compuestos y con impresiones 3D. Materiales ligeros, duraderos, resistentes a la corrosión y hasta autorreparables gracias a su efecto memoria.
