Además de ser un gasto fijo que todo conductor debe tener en cuenta para sus finanzas, la gasolina también es un bien que puede aumentar su precio, a veces de forma sutil, a veces de manera estridente. Y aunque el tamaño de nuestro tanque no va a cambiar con la modificación del costo, podemos modificar el consumo del combustible para que nos dure más. Con estos consejos, tus cargas de gasolina podrán ser un poco más esporádicas.
Lo primero que debes hacer es cuidar tu carro: la afinación del motor y revisión de aceite constante puede hacer que ahorres un 10% de gasolina. Si afinas tu vehículo según lo recomendado por el manual de este, notarás que no perderá su potencia y el consumo de gasolina no será abrumador, pues al contar con las bujías, filtros y bandas en óptimo estado, el motor no trabajará de más.
Por otro lado, al momento de conducir lo ideal es que la aceleración sea lo más gradual posible, no sólo por tu seguridad, sino por el ahorro, pues de esa manera no revolucionarás tanto el motor y disminuirás el consumo de gasolina.
Mantener el aire acondicionado prendido ocupa más combustible, por lo que a velocidades de ciudad es mejor apagarlo y tener las ventanas abajo.
Revisa tus llantas constantemente para que estén a la presión óptima especificada en el manual de tu vehículo, ya que una llanta mal inflada requiere mayor esfuerzo para moverse y esto aumentará el consumo.
Por último, planear tu ruta gracias al uso de aplicaciones o el reporte del tráfico, te ayudará a que no des vueltas innecesarias y, por lo tanto, la aguja del tanque no se mueva tanto.
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